Para que un piloto sea campeón se tienen que cumplir una serie de coincidencias: que sea bueno, que tenga un día “redondo”, que las zonas se adapten a su nivel y estilo, etc. pero hay uno que es primordial y que no es otro que: ¡que tenga competencia!
Cientos de pilotos con más o menos suerte, que marcaron una época, un estilo, una forma de ser, pero que no tuvieron la fortuna de ganar ningún campeonato estatal o mundial absoluto, pero a los que hay que reconocer su aportación al trial, ya que sin ellos no hubieran habido campeones.