410.- Seguramente, hoy, los 2 Días de Trial Clásico de Robregordo no tienen el encanto de aquellas primeras ediciones y no es por culpa de la organización, sino por los estamentos administrativos que ya no es que lo pongan difícil, sino que lo hacen imposible; pero después de asistir 12 veces, se ha convertido en uno de los triales clásicos de dos días más interesantes dentro de la península y, sobre todo, porque no es solo Trial clásico, que también, es mucho más: son momentos de familia, de amigos, de risas, de buen comer y beber, en definitiva, como siempre digo, de pasarlo bien y recordarlo siempre.
Y por todo ello, aunque no tenía intención de asistir a esta 19 edición, a mi amigo Manolo Iborra, que desde el 2010 se ha enganchado asiduamente a este Trial, no le costó demasiado convencerme.
Este año, como ya habíamos hecho en muchas ocasiones, en el viaje de ida, paramos a comer en San Esteban de Gormaz, en el restaurante de referencia “El Bomba”. Para después seguir hasta el Hotel Mirasierra, donde nos instalamos ya que está situado a escasos 10 minutos de Robregordo.
Daban buen tiempo para todo el fin de semana, si por buen tiempo entendemos que va a hacer sol y calor, por lo que era necesario no abrigarse demasiado y, sobre todo, llevar protección solar y para los ojos por el abundante polvo que habría en los caminos.
Las verificaciones del sábado las pasamos sin más, pero pude comprobar la severidad de éstas en algunos elementos modificados en las post-clásicas, que no me gustó nada. Tampoco me gustó la obligación de llevar el “hombre al agua” que, aunque lo llevo, no me parece bien que se obligue, en fin… los verificadores sabrán que hacen, o no...
12 zonas muy bien marcadas en un recorrido de algo más de 20 km, a realizar en dos vueltas, con un tiempo máximo de 5h 30 minutos.
Cabe lamentar la grave caída en la interzona de Carlos Varadé, al que desde aquí le mando ánimos y mi deseo de una buena y rápida recuperación.
Finalizado el primer día nos dirigimos al Hotel Mirasierra, sin saber que había una entrega de premios memorial Jesús Plaza.
El domingo amaneció igual y con las mismas características del Trial, pero esta vez acortaron el número de zonas a 10, todas modificadas y para mí más complicadas, pero muy bien marcadas. El tiempo de carrera era de 5 horas, más que suficiente.
También el domingo tuvimos que lamentar la caída en la interzona de Xicu Vallespir, al que le deseo también una buena y pronta recuperación.
Después del reparto de premios, nos marchamos hacia el Burgo de Osma donde nos hospedamos en el Hotel Castilla Termal. Fue el momento de hacer balance de esta edición de los 2 Días de Trial de Clásicas de Robregordo.
Aunque se comentaba que quizás habría más ediciones de este Trial, no sé si volveré a Robregordo, pero no porque no me guste como lo organizan, al contrario, sino porque cada vez me dan más pereza los desplazamientos largos en coche. ¿Será cosa de la edad?
Para acabar, quisiera destacar...
En primer lugar mi compañera de viaje, Mercè. Estos triales no los entiendo sin ella.
A mis compañeros de viaje: Manolo, Emi, Toniu y Mariló. Los triales en sí mismos, el pre y el post siempre se disfrutan mucho más en buena compañía.
Al Sotobike, Manuel Casado y Migui García por ser los cabezas visibles de la organización, junto con Chema Sanmartín y Javier Cruz.
A todos los controles, que aunque alguna vez se pasan de estrictos, sin ellos no sería posible éste, ni ningún Trial.
A todos mis amigos trialeros de Madrid y a los que veo solo en Robregordo.
Larga vida a Robregordo.
Foto by Alberto “FILI” Rodríguez.