3.- Reconozco que el motociclismo en general es un deporte caro y el trial, en particular, no ha de ser menos. Equipación, moto, coche y remolque para desplazarse, gasolina, etc. son los gastos básicos, pero luego tenemos los añadidos, tales como: cuota socio, cuota área, licencia, inscripciones, etc.
Un comentario desafortunado de un anterior presidente de una reconocida federación autonómica, en plena asamblea dijo que los trialeros éramos capaces de protestar el precio de las licencias, pero en cambio acudíamos a los padocks de las pruebas en coches de alta gama. ¿Qué tendrá que ver el tocino con la velocidad?
¿Los trialeros somos tacaños? Creo que no. Seguramente será la sociedad en general que está cansada de que nos “sangren” por cualquier motivo y en algunas ocasiones sin recibir nada bueno a cambio.