Batiendo récords y rompiendo marcas una tras otra, se convirtió en uno de los mejores pilotos de trial de todos los tiempos, escribiendo en la historia con un trazo magistral.
Jordi Tarrés Sánchez (Rellinars, Barcelona, 10 de septiembre de 1966)
Siete veces Campeón del Mundo al aire libre (1987, 89, 90, 91, 93, 94 y 95) con 61 victorias en Grandes Premios, dos subcampeonatos (1988 y 1992), una victoria en los Seis Días de Escocia (1987), siete victorias en el Trial de las Naciones con la selección estatal y nueve veces Campeón de España. Realmente, uno de los pilotos que con su llegada al mundial de trial, revolucionó este deporte.
Y lo hizo a mediados de los 80 con un pilotaje espectacular e innovador, en el que aplicaba la técnica que había aprendido con la bicicleta durante su época en el trialsin. Su estilo, que incluía movimientos en parado y todo tipo de saltos, giros y cambios, fue adaptado por el resto de pilotos y todavía sigue vigente. A parte, Jordi fue el primer piloto en conseguir numerosos patrocinadores con (fuertes aportaciones económicas) haciendo entrar definitivamente el trial en el deporte profesional.
Por sus dotes de pilotaje, era sin duda alguna el mejor piloto del mundo, pero también por su obsesión y capacidad de trabajo. Otro mérito suyo estriba en haber sabido recuperar por dos veces el título perdido, estando todo el mundo de acuerdo en que hay un antes y un después en este deporte con la aparición de Tarrés.
Jordi Tarrés procedía de una familia de clase media y abandonó los estudios al terminar la enseñanza primaria, para trabajar durante un año como peón de albañil. Jordi se aficionó al mundo del trial gracias a su hermano mayor, Francesc, que practicaba trial y que llegaría a participar en el Campeonato de España. Jordi comenzó en bicicleta, con la que llegaría a ser campeón de Europa de Trialsin. Después de este éxito, su hermano consiguió el patrocinio de motos Trueba para que Jordi pudiera competir oficialmente. En 1983 disputó un par de pruebas júnior y en 1984 ya participó en el Campeonato Nacional absoluto y ganó una de las pruebas.
Poco después, un piloto del taller de Trueba, Pere Ollé, que hacía de piloto de pruebas de la marca italiana Beta, se lo llevó de aprendiz en el mundial. Tarrés debutó en 1985 en el Mundial de trial y al año siguiente ya consiguió su primera victoria de un Gran Premio acabando cuarto en la clasificación general. Ese mismo año recibió una oferta de un grupo japonés para impartir clases de motociclismo en su país. Tarrés acudió a ese país en calidad de invitado, pero rechazó el contrato que se le ofrecía, que incluía el traslado a Japón de toda su familia.
Fue en 1987 cuando el nombre de Tarrés entró en la historia del trial, al conseguir su primer título mundial y convertirse en el primer español que alcanzaba la corona en este deporte. A partir de aquí, Jordi dominó casi de forma absoluta el Mundial de trial.
En 1990 volvió a proclamarse campeón del Mundo. Al término de la temporada Tarrés rompió su relación con el que todos consideran su «padre deportivo», el también catalán Pere Ollé, su descubridor.
En 1991 conquistó, a los 25 años, su cuarto título mundial de trial.
En 1992 perdió el título a manos del finlandés Tommy Ahvala, rompiendo las relaciones con la que había sido su marca (Beta) desde el primer trono mundial.
Ya en 1993 se pone en contacto con la empresa catalana Gas Gas, que justo empezaba a despuntar en competiciones de trial. La empresa aceptó encantada el ofrecimiento y fichan a Tarrés, quien con esta moto conquistó contra todo pronóstico su quinto título mundial, iniciando una racha de éxitos que le otorgaría a Gas Gas tres títulos consecutivos, convirtiéndose en el primer Campeón del Mundo en ganar el título con una motocicleta fabricada en su país.
Tarrés se retiró de la práctica activa del trial al final de la temporada 1997, pasando a ejercer el cargo de director deportivo de Gas Gas, que mantendría hasta 2006. Actualmente ha creado su propio equipo, el “Spea Trial Tarrés”, concebido como espacio de aprendizaje y competición para jóvenes.
Por su escuela han pasado prometedores pilotos que años después también triunfarían internacionalmente (como por ejemplo Adam Raga, Pol Tarrés, etc.)
En la actualidad Jordi organiza triales indoor con su hermano Francesc, ha creado una línea de componentes y accesorios para trial llamada JT7 (Jordi Tarrés 7 campeonatos del mundo) que distribuye desde su web oficial, organiza cursillos para todas las edades en todo el territorio español y en otros países y ya, últimamente se le conoce como el promotor de la nueva marca de motos de trial TRS.
1.- ¿Qué significó el trial para ti?
Solo puedo estar agradecido al TRIAL, soy como soy gracias a él y soy quien soy también gracias a él.
2.- ¿Qué significa el trial para ti?
Es un deporte increíble que te permite evolucionar constantemente y eso se puede ver fácilmente al practicarlo. Cada paso, cada piedra, todo obstáculo que quieres superar, puedes hacerlo de mil formas distintas; eso permite ser autodidacta y modificar los cánones establecidos hasta el momento, no hay esa monotonía que puedes encontrar en otros deportes y sin duda es para gente tozuda, con empeño, a quien les gustan los retos difíciles.
Eso mismo es lo que hace que actualmente tengamos poca participación en las carreras, la gente de hoy quiere cosas fáciles en las que te sientas recompensado con poco esfuerzo. Aquí, eso no vale, solo montar en moto de pie, aguantar el equilibrio o dominar en cierto modo la moto conlleva horas de entreno muy pocos quieren o pueden conseguirlo.
Por si eso no fuese suficiente, es uno de los pocos deportes del motor que la dificultad la marca el organizador, es decir, en velocidad, por ejemplo, hay un circuito sin obstáculos, el piloto decide hasta dónde quiere arriesgar, yendo más lento o más rápido, pero lo puede completar. En el trial eso no ocurre, el organizador marca un trazado con unos obstáculos y los pilotos los deben superar, pero claro, cuando entras en la zona puedes encontrar escalones, saltos, pasos que si no estás a ese nivel técnico no puedes ni afrontar…
Ese es actualmente el mayor problema de este deporte, debido a la gran evolución técnica y mecánica de las ultimas 2 décadas.
Actualmente para mí el trial sigue significando mucho más que lo expuesto, vivo de él porque me gusta, entrenando a jóvenes, evolucionando motos, creando piezas, mejorado técnicamente y viviendo día a día metido dentro de él.