La historia de Pere Pi Parera (Lliçà d'Amunt, Barcelona, 12 de julio de 1940), se encuentra íntimamente unida a los inicios de dos especialidades deportivas que, tras el paso de a los años fueron independientes: el trial y el trialsin.
Los inicios del trial en España se remontan a 1961, cuando se celebra el I trial de Viladrau. Un año después, ya tenemos a nuestro protagonista, entonces corredor de motocross -siete veces campeón de España-, tomando parte en una prueba.
Pere Pi, que desde sus inicios estaba vinculado a Montesa, fue uno de los participantes en el cursillo que en 1964 organizó en Grenoble la Federación Internacional para promocionar el trial. El piloto de Montesa finalizaba en la 13ª posición. Allí comenzaron a establecerse las bases a nivel internacional de este maravilloso deporte.
Poco después, el Real Moto Club de Cataluña organiza el I trial del Tibidabo, en el que Pi participa con un prototipo Montesa adaptado, sin muchas opciones.
Fue en Manresa, en enero de 1965, cuando obtiene su primera victoria por delante de todas las Bultaco.
Hasta 1966 Montesa no empieza a tomarse en serio el trial y la primera moto de serie, la Trial 250, se presenta en octubre de 1967 con una producción de 44 unidades.
Pere Pi comienza su labor de técnico-corredor dado sus dos facetas, la de ingeniero industrial y la de magnífico piloto, desarrollando la primera Cota 247 con la que a la postre se alzaría en 1968 como el primer Campeón de España de trial.
Pi pudo proclamarse campeón al año siguiente, pero el desempate de puntos finales se decantó sobre el joven Ignacio Bultó.
La verdad es que su vinculación a Montesa como técnico iba a aportar al mundo del trial una revolución similar a la de Samy Miller con Bultaco, en esta ocasión referente al estilo de conducción de los pilotos.
Pi comienza a fabricar una bicicleta para su hijo Ot, coincidiendo con una época de menos trabajo, ya que se producían huelgas en Montesa. Aquella bicicleta denominada T-5 se la robaron, pero comenzó a diseñar otra mayor que la primera, la T-10 de rueda de 20" y conocida por todos como la Montesita.
Aunque Montesa apoyaba la idea haciendo frente a los gastos, no podía hacerse cargo de la producción, por lo que Pi la afrontó fuera de la fábrica naciendo la marca "Monty" y con ella, el trialsín.
Este nuevo deporte, a caballo entre el ciclismo y el trial, no lo tuvo fácil ya que las federaciones en liza -Motociclismo y Ciclismo- la relegaron dentro del ciclismo a una especialidad de segundo orden.
Pere Pi, con el desarrollo de sus "Monty" y del trialsín, comenzó una historia que como escuela de pilotaje para el trial inició Andreu Codina, continuaron muchos otros como Joan Pons, y por supuesto culminó en Jordi Tarrés, de tal manera que los pilotos de trial primero eran expertos en trialsín, para después aplicar la técnica de la bicicleta a la moto y convertir el trial del "equilibrio dinámico" en "espectáculo total."
Muchos mundialistas actuales como Jeroni Fajardo o Toni Bou también han sido expertos en bike trial (denominación actual) junto a muchos otros de los Top.
Es por ello que la figura de Pere Pi, no solo queda en el indiscutible merito de la obtención de un título Nacional de Trial, además tiene que ser reconocido porque, quizá sin saberlo o sin el merecido reconocimiento, fue artífice del dominio de las marcas españolas en todo el mundo y, cuando estas cerraron o fueron absorbidas, el que gracias al trialsín permitiera que los pilotos españoles tomaran el relevo del triunfo, primero sobre motos italianas y después, de nuevo, sobre motos españolas.
1.- ¿Qué significó el trial para ti?:
Dado que yo ya había sido campeón de España de velocidad en 100cc. En 1958 y 6 veces campeón de España de MotoCross en los años 60, el trial fue para mí una consolidación del deporte motociclista. En realidad el trial me fue fácil dado que, al tener la experiencia motociclista del motocross, en la primera prueba de trial, sin experiencia ni una moto adecuada, terminé en 4º lugar; en la segunda, hice segundo y en la tercera la victoria. En pocos meses conseguí ser el líder español indiscutible, de forma que gané 48 competiciones de trial consecutivas y el primer título de campeón de España de trial. Todo ello fué acompañado de una evolución constante de la moto Montesa de trial. Empecé con un prototipo, a continuación con la Montesa Trial-250 y el Campeonato de España con la ya Cota-247, que se haría famosa en todo el mundo por sus éxitos y diseño.
2.- ¿Qué significa el trial para ti?:
El trial ha sido mayormente mi imagen dado que fue mi último deporte y mi último diseño en Montesa. El diseño de las Cota-247, Cota-74/123 y Cota-348, me ayudó enormemente al diseño de las bicicletas Monty. Es curioso que la gente, amigos, me recuerdan como piloto de trial cuando sólo conseguí un campeonato de España (+ 3 sub-campeonatos) y en motocross conseguí 6 títulos de campeón. La única razón que encuentro es que fué el más reciente?, en el año 1.968. (42 años atrás). De todas formas me gusta tener la imagen de trialista. El trial lo encuentro más adecuado para las posibilidades del cuerpo humano, el planteamiento de una zona, el equilibrio, los reflejos, la habilidad, etc. El trial es algo magnífico para una persona y estoy orgulloso de ser el primer Campeón de España y haber pertenecido a él.